La ciencia de la activación natural del GLP-1
Un mayor bienestar empieza por un buen equilibrio
El péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), la leptina y la grelina son hormonas clave que contribuyen al metabolismo energético, ya que ayudan a controlar el apetito, la saciedad, la digestión y el azúcar en sangre. Los niveles de estas hormonas pueden desequilibrarse debido a varios factores, como la edad, una dieta inadecuada, la falta de diversidad bacteriana en la microbiota intestinal u otros factores relacionados con el estilo de vida.
Los desequilibrios de estas hormonas, sobre todo el del GLP-1, pueden afectar a muchos aspectos de la salud, como la regulación de la glucosa, la salud ósea e incluso las funciones cardiovascular y gastrointestinal, entre otros. Los niveles bajos de GLP-1 también pueden provocar pensamientos intrusivos y constantes sobre la comida (lo que se conoce como «food noise» o «ruido alimentario»), antojos intensos, una mayor sensación de hambre y, en última instancia, aumento de peso.
Para equilibrar esos niveles, ofrecemos la mejor solución: dos mezclas únicas de ingredientes que pueden ayudar a tu organismo a aumentar el GLP-1 de forma natural y a equilibrar las hormonas responsables del hambre, con el fin de reducir el ruido alimentario, el apetito y los antojos. Utilízalas de forma combinada para ayudar a controlar tu peso y tu bienestar a largo plazo.
¿Cómo se produce el GLP-1 en el organismo?
Al comer, el organismo produce de forma natural varias hormonas responsables del hambre, como el GLP-1, una hormona inteligente que se comunica con el cerebro a través del eje intestino-cerebro para controlar la digestión y ayudar al organismo a metabolizar mejor los alimentos y a equilibrar el azúcar en sangre.

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Los nutrientes entran en el microbioma intestinal, donde las bacterias beneficiosas metabolizan los almidones resistentes para convertirlos en ácidos grasos de cadena corta (AGCC), como el butirato.
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Los AGCC se unen a unos receptores específicos de las células L que recubren el colon para estimular el proceso de producción de GLP-1.
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El gen GCG dirige la producción de proglucagón, una proteína precursora del GLP-1.
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El GLP-1 se libera de las células. La enzima DPP-4, que ayuda a regular los niveles hormonales, descompone una parte del GLP-1 producido a medida que circula por el torrente sanguíneo.
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Los receptores (GLP1R) captan el GLP-1 por todo el organismo, lo que facilita la comunicación a lo largo del eje intestino-cerebro en combinación con neuropéptidos como el PPY y el PYY para indicarnos que estamos saciados. El azúcar en sangre se equilibra. La digestión se ralentiza.
Los beneficios de optimizar la producción de GLP-1
El aumento de GLP-1 refuerza las señales hacia el cerebro para controlar el apetito y ralentizar la velocidad a la que los alimentos abandonan el estómago, de modo que nos sintamos saciados durante más tiempo. Esto calma el deseo de comer más comida y favorece unos hábitos alimentarios saludables. Asimismo, estabiliza los picos y los descensos de energía al equilibrar el azúcar en sangre, por lo que dejarías de tener antojos de tomar azúcar y carbohidratos.
Mantener unos niveles óptimos de GLP-1 a largo plazo aporta una serie de beneficios para el bienestar de cualquier persona:
Control de peso constante gracias a la reducción de los antojos, a un control fiable del apetito y a una mejor relación con la comida al combinarse con cambios en el estilo de vida.
Protección de los sistemas cardiovascular y nervioso.
Mejora de la función renal.
Prevención de la acumulación de grasa en el hígado.
Mantenimiento de la motilidad intestinal y la función gastrointestinal.
Energía estable y menos sensación de cansancio a lo largo del día, así como un sueño de mejor calidad por la noche.
Azúcar en sangre equilibrado y una respuesta a la glucosa sostenida y equilibrada.
2 mezclas de ingredientes con respaldo científico son la solución
Añade a tu rutina diaria 2 mezclas de ingredientes cuidadosamente formuladas, cuya patente está a punto de tramitarse en EE. UU., para obtener una forma natural y sostenible de activar la producción de GLP-1 en tu organismo.
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Mezcla de activación directa de GLP-1
Mezcla de Saccharomyces cerevisiae (levadura), bioflavonoides cítricos y extractos de acacia, berenjena y canela.
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Mezcla de activación indirecta de GLP-1
Mezcla de almidón de patata resistente, almidón de tapioca resistente, zumo de moras azules y arándanos rojos en polvo, kombucha y extracto de semilla de uva.
4 fases de activación
Cada parte de ti es única. La dieta, la genética y el entorno son factores que influyen mucho en la rapidez con la que el organismo optimiza la producción de GLP-1. Estas mezclas de ingredientes actúan a nivel de tu propia biología particular para aumentar el GLP-1 a lo largo del tiempo. No son una solución que surta efecto de la noche a la mañana. A continuación, se muestra cómo sería el proceso.
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Puesta en marcha y restablecimiento
(aprox. semanas 4-6)La activación comienza el día 1, cuando te pones en marcha y restableces tu intestino. Es posible que experimentes efectos secundarios leves a medida que te vayas adaptando a más fibra. Mantén un buen nivel de hidratación y disfruta sintiéndote con más energía y menos hambre.
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Mejor equilibrio
(aprox. semanas 6-10)La digestión y las hormonas responsables del hambre están mejor equilibradas. Es imprescindible que los antojos y las ganas de comer se reduzcan para que sea más fácil tomar decisiones saludables y conscientes. ¡Sé constante!
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Activación optimizada
(aprox. semanas 10-14)Comienzan a producirse cambios más notables a medida que el GLP-1 alcanza niveles más óptimos. Tu relación con la comida mejora y verás cambios en el peso o en la composición corporal.
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Vida activa
(aprox. a partir de la semana 15)Sigue llevando una vida activa para mantener buenos niveles de GLP-1, con el fin de gestionar los retos alimentarios en tu día a día, maximizar los progresos y alcanzar los objetivos de control de peso y bienestar a largo plazo.
Asegúrate de seguir a rajatabla unos hábitos de vida saludables y utiliza las mezclas a diario y de forma constante durante al menos 3 meses para alcanzar unos niveles óptimos de GLP-1 y experimentar efectos más notables.
Cómo actúan las mezclas de ingredientes
El uso conjunto de ambas mezclas aumenta el GLP-1 de forma natural y equilibra las señales a lo largo del eje intestino-cerebro.
Doble activación
La Mezcla de activación directa de GLP-1 activa directamente el proceso de producción de GLP-1 en el interior de las células L, y la Mezcla de activación indirecta de GLP-1 activa indirectamente el GLP-1 mediante la optimización del microbioma intestinal con el fin de generar ácidos grasos de cadena corta y producir energía.

Las mezclas de ingredientes amplifican la producción de GLP-1 al aumentar los receptores de GLP-1 y al disminuir las enzimas encargadas de descomponer el GLP-1.
Doble amplificación
Actividad sinérgica
Cuando ambas mezclas de ingredientes se utilizan conjuntamente, influyen en la expresión de GLP-1 y de los genes asociados en las células L.

Aumento de la producción de GLP-1

La fluorescencia verde muestra un aumento de la producción de GLP-1 en las células L antes y después de utilizar las Mezclas de activación directa e indirecta de GLP-1.
La expresión de los genes que potencian la actividad de GLP-1 también se ve influida por el uso combinado de ambas mezclas de ingredientes

Aumenta la expresión de GLP1R, lo que promueve un aumento de los receptores celulares de GLP-1

Reduce la expresión de DPP-4, lo que mantiene más cantidad de GLP-1 activo en el organismo

Mayor señalización del eje intestino-cerebro
El metabolismo energético y el apetito implican algo más que una digestión saludable. El cerebro también es una parte clave del proceso. La combinación de las Mezclas de activación directa e indirecta de GLP-1 aumenta la regulación de los genes neuropéptidos, lo que mejora la fuerza y la claridad de las señales reguladoras del apetito a lo largo del eje intestino-cerebro. Esto contribuye psicológicamente a regular el estado de ánimo y las ganas extremas de comer, ya que mejora la saciedad, reduce los antojos y controla la sensación de hambre.

Aumenta la regulación de los genes PYY y PPY, lo que produce más neuropéptidos que se comunican a lo largo del eje intestino-cerebro.